... es que lo unten con mantequilla.
Cuando todavía estaba en la universidad, nos pasamos un buena temporada bromeando sobre el hecho de que un amigo nuestro -que para mantener en el anonimato, llamaré Mr K- no paraba de recomendarnos el primer libro de Pablo Tusset, Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, que más tarde daría lugar a una película con el mismo nombre (no pongo ninguno de los enlaces del libro o la película, porque tienen demasiados detalles de la trama).
Lo mejor que le puede pasar a un cruasán...
jueves, 28 de febrero de 2008
Sea como fuere, Mr K nos convenció para que nos leyéramos el libro, a pesar de lo ridículo de su título. Poco a poco, éste fue pasando de mano en mano, hasta que llegó a uno de los últimos de la lista de espera: yo; que no me lo hubiera leído si no fuera porque el resto de los lectores también empezó a hablar maravillas del libro. Nadie me explicó qué lo hacía tan especial, así que cuando empecé a leerlo, mi sorpresa fue mayúscula.
Me encontré con una novela con una prosa sencilla, con muchas frases cortas y detalladas descripciones, y un argumento que en principio podría ser el de cualquier novela detectivesca. Sin embargo, el libro tenía algo que le hacía brillar con una fuerza excepcional: un protagonista terriblemente carismático y diferente a todo lo que había visto, contando la historia en primera persona. Era un tipo repugnante, obsceno, borracho, aficionado a las prostitutas… pero que resultaba simpático por sus agudos comentarios, su inteligencia y su actitud hacia el mundo. Guiado por él, me descubrí riendo solo mientras el resto del vagón de metro se preguntaba qué me pasaba, o llamando a mis padres como él llamaba a los suyos, SPs.
En resumen, me encontré con un libro divertidísimo, con un estilo que no había visto nunca, y que recomiendo a cualquiera que le apetezca leer algo diferente. Puestos a buscarle defectos, diría que lo único flojo de esta novela era el final, que no correspondía con el tono del resto de la obra. Una minucia para un libro que me hizo disfrutar tanto en cada página.
Después de leerlo, pasé el libro a otra persona, siguiendo lo que ya era la tradición a esas alturas, y la novela se perdió durante años, después de hacer pasar tan buenos ratos a tanta gente. Pero, casualidades de la vida, un amigo mío la encontró hace poco en un rincón de en su casa. Así que, no me gustaría terminar esta reseña sin agradecer desde aquí a Mr K por descubrirme este libro sin par, y decirle que cuando quiera se lo puedo devolver :) ¡Un saludo, Mr K!
Perpetrado por Carlos en 10:31
Etiquetas: amiguetes, literatura, reseña
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2 cucamonas:
Un gran libro. Pero no estoy de acuerdo contigo en lo del final. A mí me gustó mucho esa vuelta de tuerca que le dan.
No me extiendo más para no spoilear.
Pues mira que he oido comentarios del libro y nunca me lo he leido, sospecho que no me lo vas a poder prestar... ja ja ja.
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