Reseña: Warhammer 40k: La Cruzada de los Malditos.
Seamos sinceros. Compré este tebeo por puro frikismo (adoro el universo de Warhammer 40.000) y no tenía la más mínima esperanza puesta en él. De hecho, esperaba que fuera un tebeo malísimo. Sin embargo, tras llegar a casa y comenzar a leer, me fui dando cuenta poco a poco de que aquella compra no había acabado siendo tan mala, y que aquel tebeo no sólo podía considerarse como bueno, sino que además lograba capturar con bastante efectividad la esencia del universo en el que se desarrollaba.
Seamos sinceros. Compré este tebeo por puro frikismo (adoro el universo de Warhammer 40.000) y no tenía la más mínima esperanza puesta en él. De hecho, esperaba que fuera un tebeo malísimo. Sin embargo, tras llegar a casa y comenzar a leer, me fui dando cuenta poco a poco de que aquella compra no había acabado siendo tan mala, y que aquel tebeo no sólo podía considerarse como bueno, sino que además lograba capturar con bastante efectividad la esencia del universo en el que se desarrollaba.
Para el que no lo sepa, Warhammer 40.000 es un universo de ciencia ficción creado para acompañar a un popular juego de miniaturas del mismo nombre. En él, la humanidad está unida bajo el yugo de un Imperio totalitarista, fanático y cruel, que lleva enfrentándose durante más de 10.000 años a los más variados enemigos, que amenazan con destruirlo. Es un universo brutal y despiadado, en el que constantemente se desarrolla una guerra sin cuartel y no hay momento para el descanso.
La élite de este Imperio son los Marines Espaciales, una fuerza de combate altamente entrenada y dividida en ejércitos de mil hombres denominados capítulos. El guión de este comic, obra de Dan Abnett (más conocido por sus series de novelas Eisenhorn y Los Fantasmas de Gaunt) e Ian Edginton, se centra en tres miembros de uno de estos capítulos, los Templarios Negros, y nos cuenta, desde diferentes puntos de vista, y a modo de slice of life en qué consiste la vida de un Marine Espacial en diferentes etapas de la misma.
Cada una de estas etapas viene representada por uno de estos tres personajes: En primer lugar tenemos al Neófito Raclaw, que acaba de ser reclutado para convertirse en Marine Espacial. Por otro lado tenemos al Hermano de Armas Gerhart, un soldado hecho y derecho que lleva ya muchos años en el campo de batalla luchando por el Emperador. Y finalmente tenemos a Tankred, un Dreadnought, una armadura-sarcófago en la que se mantiene vivo a duras penas a un antiguo héroe Marine Espacial herido de muerte, y al que sólo se despierta de un estado de animación suspendida cuando su fuerza y experiencia son necesarias para un combate especialmente cruento.
A lo largo de los 6 números de los que se compone la obra observamos a los enemigos típicos de las fuerzas del Emperador, empezando en los primeros números con una gran variedad de los mismos (Orkos, Eldars, Taus, Necrones...) para, de la mitad hacia el final centrarse en uno concreto, la némesis particular de los Marines Espaciales: los Marines Espaciales del Caos. Así, no se desarrolla la historia de una campaña concreta, sino que vamos viendo poco a poco como se desenvuelven cada uno de los personajes en diversas situaciones, notando como crece nuestro interés número tras número, hasta llegar al último, en el que se alcanza el punto más álgido de este interés, con giro argumental incluido.
Raclaw, Gerhart y Tankred.
El dibujo mantiene el nivel durante la mayoría de los momentos, aunque no llega en ningún caso al nivel de obra maestra. El trabajo de Boychuck es ligeramente superior al de Antonio, aunque su calidad se ve más o menos homogeneizada gracias al trabajo del colorista, que ayuda a unificar el aspecto de la obra. El ambiente gótico característico del 41er milenio está muy bien conseguido, y las batallas están representadas con fuerza y fiereza, a pesar de la extraña "niebla" que impide ver mucho más allá de los primeros planos. Por otra parte, el dibujo de máquinas tales como tanques, Dreadnoughts y, en algunos casos, las propias armaduras de los Marines Espaciales deja un poco que desear. Mención especial merecen las portadas: sobresalientes.
La edición en la que nos lo ofrece Planeta condensa los 6 números más unos cuantos extras (como un glosario de razas y de términos propios), que el no iniciado en el universo apreciará especialmente, en un tomo en tapa dura por 13€. En total 168 páginas. Esto nos deja un precio de algo más de 2€ por número, que no está mal del todo. O no estaría mal del todo si no fuera por el tamaño del volumen, que es el mismo que el de la serie Clásicos DC, más pequeño que su formato original. Aunque eso sí, la tapa dura le da presencia.
Se agradece, dicho sea de paso, que la traducción use los mismos términos (dejando los que corresponden sin traducir) que el resto de material del mismo universo, como novelas o libros de reglas, han empleado.
Se agradece, dicho sea de paso, que la traducción use los mismos términos (dejando los que corresponden sin traducir) que el resto de material del mismo universo, como novelas o libros de reglas, han empleado.
En resumen, un tebeo que, sin ser una obra maestra está bastante bien llevado y deja un buen sabor de boca. Además, gustará especialmente a los seguidores del universo de Warhammer 40.000, que representa muy fielmente:
¿Qué clase de guerras hay para que hagan falta guerreros como tú?Contra todo pronóstico, un buen comic.
4 cucamonas:
Hey! WH40K y cómic?? It must be mine! No, en serio, a ver si me lo dejas, que tiene buena pinta, y siempre me encantaron los marines espaciales (aunque prefiero a los Ángeles Oscuros)
Cuando me acuerde te lo llevo. Creo que te gustará. ^_^
Creo que hay un par de amigos míos que te van a agradecer esta reseña como agua de mayo :) y de paso les comento la existencia de los "monstruos" y su isla ;)
¡Contratado! :P
Gracias por la publicidad no remunerada. ;)
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