¡Pues que venga! Cuantos más seamos, mejor... ¿o no?. A veces una visita inesperada pasa rápidamente de una grata sorpresa a una incómoda situación, y este es básicamente el argumento de la obra de teatro que los monstruos nos comimos hace una semana (que sí, que soy un vago y debería haber hecho esta reseña la semana pasada... pero oye, al menos todavía sigue en cartel ^^U). Me reconozco un pequeño admirador de Ángel Martín (uno de los protagonistas de la obra) tanto de su trabajo en Sé lo que hicisteis como de sus monólogos en nuevos cómicos, y no negaré que parte de la culpa de que arrastrase a media isla al teatro Alcázar de Madrid (y como se resistieron los condenados, los pesqueros japoneses todavía no se han recuperado :p) la tiene que a mi amigo, el señor J, y a mí nos guste su tipo de humor y coincidiésemos en ir a verla. La otra parte de culpa la llevan las críticas que leí (buscadlas en Internet so vagos, no queráis que os lo de todo hecho), que son bastante buenas. Además, ir al teatro hoy en día es un tema de conversación increíble (como los cocodrilos de las alcantarillas... nadie se lo creería).
Antes de decir mi opinión, os pongo un poco en antecedentes, para que podáis vacilar de conocimientos :p. ¡Que viene Richi! es una obra basada en una ídem de 1981 de Larry Shue titulada The Nerd (según tengo entendido, y seguro que alguien me corrige, en inglés hay tres tipos de frikis: los freaks, los nerds y los geeks. El primer término se usaba para describir a los monstruos de feria, como los componentes del circo de Big Fish, pero el significado actual es un poco diferente y ahora se usa para personas con fuertes obsesiones o pervertidos. El máximo exponente del segundo grupo sería Steve Urkel. El tercero lo componen tios que viven en el sotano de sus padres hasta los 50, momento en el que la casa de sus padres suele pasar a ser su casa, sobreviviendo a base de pizza, ancho de banda, bytes y compilaciones de Gentoo). La obra cuenta la historia del joven arquitecto Willum que durante una cena con su jefe, recibe la visita de su amigo Rick, un hombre que le salvó la vida durante la guerra de Vietnam y al que no conoce salvo por las ocasionales cartas que se han enviado durante años. Este sencillo reencuentro da paso a una desternillante historia que os recomiendo encarecidamente ver y que no pienso spoilear aquí (demasiado). La obra fue llevada a Broadway en 1987 e interpretada por Mark "Skywalker" Hamill durante 441 representaciones (wikipedia dixit), para que luego digan que está encasillado... También fue llevada a Londres donde el papel de Rick fue interpretado por Rowan Atkinson, en lo que algunos consideran la precuela de su personaje más famoso: Mr. Bean.
La versión española, y siempre en mi humilde opinión, está a la altura. La obra empieza lenta, eso no se puede negar, y aparte de unas pocas carcajadas durante los primeros 10 minutos, es sólo una correcta introducción al torbellino que se desata cuando aparece Richi (Secun de la Rosa, que os sonará a los usuales de Aída o a los que hayan visto alguna de las películas de El otro lado de la cama). De su interpretación solo puedo decir que es espectacular y se mete al público en el bolsillo desde el primer segundo en escena. Desde que aparece hasta la bajada del telón, el público no paró de reír llegando a ver bastantes lágrimas y mucha risa histérica incluso en los momentos "tranquilos" de la obra (gracias señora de la fila de delante :p). Sus compañeros ofrecen interpretaciones bastante buenas también, aunque algunos no pudieron evitar sentirse afectados por la energía desprendida por Secun (memorable una escena en la que Virginia Rodriguez (Tania en la obra), estaba sentada en el escenario completamente roja intentando contener la risa con la mano durante casi un minuto, o cuando, sospechamos que, a Ángel Martín(Guillermo) se le olvidó el diálogo en una escena con Secun y este convirtió el olvido en una coña que arrancó un coro de risas al público que sacó del vacío a su compañero... a partir de ese momento se notó mucho más al Ángel Martín de Sé lo que hicisteis, pero llegado ese momento a nadie le importaba ya demasiado porque la obra es tan buena que ese detalle pasó desapercibido). El resto del reparto lo forman Jorge Calvo como Jorge, un ácido crítico de cine amigo de la pareja Guillermo-Tania, Francisco Maestre como el jefe de Guillermo, Marta Fernández-Muro como Celia, la mujer del jefe y Rafael Ramos y Borja Sicilia como Zeus, el hijo del jefe. La mayoría del reparto son caras conocidas para los que como yo no tienen vida y han desperdiciado bastante tiempo delante de la caja tonta y ofrecen una obra digna de una ovación monstruosa al menos por nuestra parte, que salimos del teatro al grito de: ¡¡ZAPATOS Y CALCETINES!! (si quereis saber de que va la frase, os vais a ver la obra :p). Mención especial a la directora, Carmen Losa, por lo que parece un buen trabajo (y digo parece, por mi ojo es bastante inexperto para valorarlo :p), y a la fantástica adaptación de la obra de los USA de 1979 a la España de 2008. Si podeis ir, no desperdicies la oportunidad de pasar un rato estupendo viendo esta obra.
PS: ¿Os he dicho ya que la obra es buena y que yo no cobro comisión por hacerle publicidad?
PS: ¿Os he dicho ya que la obra es buena y que yo no cobro comisión por hacerle publicidad?
3 cucamonas:
La verdad es que Secun se comía del todo a Ángel Martín. Eso sí, este último tuvo un momento espectacular cuando hizo el monólogo en el que simula la conversación con Richi es espectacular. Para mí el mejor momento de la obra.
A ver si nos sacas más por ahí a culturizarnos.
Y todo vino porque nos pusimos a hablar de lo buenas que estaban Patricia Conde y Pilar Rubio (bueno, y la nueva que siempre se me olvida el nombre)... como dejeneraría que acabomos diciendo de ir a ver la obra de teatro de Ángel Martín (?!?!)
Slaudos,
Señor J
Creo que el mejor lo hacía con diferencia era Secun, a Ángel Martín se le veía con su personaje de SLQH (que me temo que es él mismo), pero como me hace mucha gracia, pues bien también. El resto de actores sí que me parecieron algo flojos.
De todas formas, la obra me gustó bastante, y sin duda lo peor fue las risas de las dos señoras que tenía detrás, que consiguieron que me perdiera más de una gracia.
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