El sábado que viene, día 13, se celebra por tercera vez en Madrid La Noche en Blanco, una noche llena de actividades que pretende conciliar a la ciudad con la cultura y con sus ciudadanos. Yo no sé si podré ir en esta ocasión y ya me perdí la segunda edición, pero donde sí estuve fue en la primera de todas y en la noche en blanco de 2004 en Bruselas. Así que voy a aprovechar para contaros cómo me fue en ésta primera por si a alguno le viene bien de cara a este sábado. De todas formas, la de Bruselas fue parecida, así que me imagino que las noches en blanco deben ser igual en todos los sitios. Como ya ha llovido (y granizado) desde entonces, pido perdón de antemano por la falta de detalles a causa de mi mala memoria.
Era el año 2006, el concepto “desaceleración económica” no estaba en nuestro vocabulario, y el ayuntamiento de Madrid anunciaba una gran noche de la cultura. Una noche con multitud de actividades gratuitas por toda la urbe. Iruma y un servidor, amantes como ya sabéis del arte más transgresor, no lo dudamos un instante, y tras un estudio concienzudo del programa, nos hicimos a la calle para pasar una noche en blanco.
El inicio fue esperanzador, con seres de luz y sombras escalando la Puerta de Alcalá y un encantado Palacio de Linares, pero enseguida nos dimos cuenta de que los desafíos que nos esperaban esa noche nos superaban ampliamente. Fue nada más llegar a una de las cosas que más nos apetecía ver: dos códices de Leonardo da Vinci. Nosotros, gente previsora, íbamos con tiempo de sobra, pero al parecer habíamos sido demasiado optimistas y una gran sierpe formada por multitud de personas se enroscaba ya alrededor del edificio de la Biblioteca Nacional, haciendo cola para ver los valiosos manuscritos e impidiéndonos el paso.
Lejos de desanimarnos, y contando entonces con más tiempo aún para hacer el resto de actividades que nos habíamos propuesto, nos encaminamos hacia la Plaza Mayor con la esperanza de disfrutar de una de las rutas guiadas por el Madrid más fantástico. Allí vimos sin duda un enorme monstruo mitológico, similar al que había tomado la Biblioteca Nacional. Preguntamos a una de las personas que formaban parte de la cola del terrible animal, y nos confirmó lo que ya sospechábamos: que él y todas las personas delante de él estaban para ver lo mismo que nosotros. Sólo para asegurarnos, asaltamos a uno de los (des)organizadores, que pasaba casualmente por allí, y nos dijo que no sabía qué narices hacía la gente haciendo cola, si ya les habían dicho que no quedaba ni una sola plaza para las rutas guiadas, las cuales se habían llenado con la gente que había aparecido por allí 4 ó 5 horas antes del evento.
Un poco tocados moralmente por este segundo revés, fuimos a una exposición que tenía lugar en un edificio madrileño que había estado cerrado al público los últimos años, más interesados en el edificio en sí que en la exposición. Cuando llegamos, el vacío más absoluto. Resulta que el edificio al final no había podido ser acondicionado y la exposición estaba en otro sitio.
Con la idea de evitar las risas de nuestros amigos si les decíamos que habíamos salido y que sin embargo no habíamos visto nada, resistimos el impulso de volvernos a casa con el rabo entre las piernas. Tras pensarlo un poco, fuimos a un sitio apartado pero que contaba con una buena concentración de actividades dando un paseo durante el que nos pudimos parar a ver (el final de) un concierto callejero. Cuando por fin llegamos a nuestro destino, comprobamos como efectivamente, la lejanía del sitio había evitado que hubiese mucha gente… o a lo mejor era que sus actividades no eran gran cosa… yo realmente lo único que recuerdo es una exposición que, aunque interesante, era peor de otras muchas que se pueden ver un día normal en Madrid. Otra cosa es que la exposición era un poco “dura” para ese momento, porque no sé si las 2 de la mañana es la mejor hora del día para descubrir cosas sobre… ¡fractales! (Además, nunca ocurre nada bueno a partir de las 2 de la mañana). En cualquier caso, y como nunca se acuesta uno sin saber nada nuevo, aquella noche aprendimos que la noche en blanco se debería llamar la noche de las colas, y que cualquier fractal se puede modelar con iteraciones de la forma z[i]^2=c+z[i-1]. Dos por uno.
En resumen, fracasamos en nuestra misión, al infravalorar las ganas de los madrileños a apuntarse a cualquier cosa que sea gratis. La verdad es que puede que tuviéramos algo de mala suerte, porque sé de uno que estuvo en conciertos, exposiciones y una degustación de chocolate esa noche. De todas formas, lo que sí que es un placer es poder pasear por una Castellana sin coches, tranquilamente, disfrutando de la noche madrileña. Para los que hayáis llegado hasta aquí, allá van un par de ideas si a pesar de esta desalentadora crónica queréis pasar una gran noche de las colas:
- Pasad épicamente de las actividades. Id de bares, al cine… ¡cualquier cosa! Todo estará vacío y estaréis bien a gusto.
- Id a un sitio apartado, pero repleto de actividades extrañas. Posiblemente haya poca gente y seas el que participe en más actividades esa noche. Sí, puede que alguna de las cosas no os atraiga especialmente, pero no está de mal dar una oportunidad a la poseía checa aunque sea una vez. ¡Olvida tus prejuicios!
- En cualquier caso, coged una petaquita y llevad un poco de licor en ella. Os ayudará a calentaros cuando haga frío en la cola, a animaros cuando estés de bajón, a entreteneros cuando os aburráis… Y cuidado con que os vean, que ya sabéis que es ilegal.
- Y si realmente os apetece ver una cosa concreta y que haya sido bastante publicitada, armaos de paciencia, coged un bocata y unas cervezas e id tempranito a hacer cola, puede que lo consigáis.
Yo ya veré si puedo y me apetece ir… en cualquier caso tendré cuidado por si algún amigo mío intenta convencerme para pasar una noche llena de actividades culturales. Que yo la cultura, como todo, la prefiero sin atracones.
15 cucamonas:
¿Cómo que la exposición de los fractales era peor que muchas exposiciones que se pueden ver en Madrid?
Pues a mí me gustó un montón. Sobre todo, el hecho de que también hicieran algo matemático ese día, algo que se salía de lo que se suele llamar "cultura" (que nunca he entendido por qué a la ciencia no se le considera cultura). En la exposición de fractales, había cuadros fractales muy bonitos, una proyección en la que se explicaba la teoría matemática de los fractales... y lo más divertido de todo, se podía jugar con piezas de madera e intentar emular diversos tipos de fractales. (Vaaaale, quizá mi idea de diversión para las 2 de la mañana de un sábado no sea la misma que la del resto del mundo).
Por el resto del post, completamente de acuerdo contigo :-)
PD: te voy a pedir copyright por el título.
Joder Carlos, que un fractal no es bonito???? Que no hay arte en un fractal, decepcionado me has!!!!!
Un fractal le dal mil vueltas al arte abstracto.
Por cierto, iruma es Irene? Supongo que sí, pero no estoy seguro.
Otro día escribe algún artículo de investigación sobre clases de paracaidismo baratillas ;-P
A ver, los fractales molan. Y claro que les dan mil vueltas al arte moderno, pero la exposición no estaba tan bien montada ni verla era nada que no podría hacer otro día, en lugar de una noche de sábado a las 2 de la madrugada.
Pfff.... y que quieres hacer un sábado a las 2 de la mañana??? Ir a rezar a San Isidro????
o quizás irte a hacer trompos con el coche???? XD
"Iruma es Irene"? Gracias por preservar mi anonimato :P
Sabes que podemos censurar los comentarios, ¿verdad?
Por cierto, creo que la cita no aconsejaba tomar decisiones a partir de las dos de la mañana, pero no estoy seguro. Tú eres el experto. :P
Venga, yo intentaré esta vez ver algo, a ver qué tal.
No hombre, Julián, ¿por quién me tomas? Estaba pensado en tomarnos unos calimochos en el sitio secreto.
Desgraciadamente no podré ir, he decidido irme con mi novia a pasar el ultimo fin de semana que nos queda juntos en España de este año a Toledo.
De todas formas, sí que es recomendable lo que ir de bares,cine y sobre todo que haya poca gente.
Suerte y a ver si subís fotos.
Bueno, Carlos. ¿Qué quieres, dejarnos sin lectores?
Ajem, ajem.
[Modo Profesora] Niños y niñas, bienvenidos a un capítulo más de: "Beber alcohol y cambios de temperatura."
Durante muchos años, el dibujito del san bernardo con el barrilillo nos ha hecho creer que un lingotazo de ron podía salvarnos del frío. Craso error. El p... perro de los c... collares era un auténtico psicópara asesino. El alcohol producen una vasodilantación periférica inicial que nos da esa senación de calorcillo, pero luego viene una vasoconstricción importante que puede hacer perder algunos miembros. Así mismo, el alcohol produce deshidratación; esto es, da sed en lugar de quitarla.
Por tanto, niños, la petaca es sólo para cuando queráis meteros un alegrón. Si es por sed, aguita; y para el frío, abrígate bien (si es que son sus padres que las visten como... mujeres poco abrigadas).
Os esperamos en nuestra próxima lección. [/Modo Profesora]
XDDD Lo que me he reído con lo del anonimato, Ir... oye, ¿cómo prefieres que termine el nombre XD?
Por otro lado, la verdad es que yo fui a la del año pasado y además de llegar tarde a la única cosa que quería ver (un espectáculo en el Retiro) y perder el programa, se puso a llover que era una maravilla. Vamos, que esa noche se acabó la sequía. Así que fue un rotundo fracaso.
El problema es que hay muchas cosas y muy desperdigadas y entre que llegas a una o a otra ya o se han acabado o es demasiado tarde... Pero coincido MUCHÍSIMO en lo de andar por la Castellana sin coches y tranquilamente.
De hecho, alguna vez han hecho más eventos en la Castellana pero de día, y de verdad que es una gozada pasear por allí de día de noche o cuando sea. ¡Lo que cambia esa calle sin coches!
Yo he ido ya dos años... y jamás he conseguido ver nada decente... sólo cosas super alejadas del resto y con una caspa increíble.
El año pasado, un pavo había hecho en el jardín de un palacete de la castellana una reproducción virtual del propio jardín en Second Life, con una pantalla gigante que lo mostraba. El jardín en Second Life estaba hecho con el agujero de culo......
Así que este año churraré como un cerdo, que es mucho más cultural que hacer colas u_u
Nota: El título me place, aunque debería haber sido "La noche de las colas gordas"
El tamaño no importa.
Siempre que sean juguetonas u_u
lo mejor de esto es que se hiciera cada fin de semana, como "la noche es joven", pero bueno...
Publicar un comentario