Llevaba un tiempo queriendo escribir artículos sobre juegos antiguos de rol, pero lo había ido postponiendo. Aprovechando que parece que tenemos el mes del rol, voy a recuperar la idea ^^U. Escribiré varios artículos sobre diferentes juegos de rol de PC (los de consolas se los dejo a otros monstruos mas conocedores del tema) antiguos y no tan antiguos, diviéndolos siempre que pueda en sagas (porque como ya contó Bea, en esto de los mundos de fantasía, todo va por sagas... o casi todo, pero también hablaremos de esos casis). La de hoy:
The Bard's Tale(1985)
Como ávido lector de la sección de Maníacos del Calabozo de la Micromanía (Segunda edición, por supuesto, la tercera apesta muchísimo, pero siempre tendré un huequecito en mi corazón para mi revista de videojuegos de tamaño periódico), era habitual encontrarse muchas preguntas sobre esta saga. Compuesta de 3 partes y un set de construcción de aventuras (y este funcionaba bien, ¡chúpate esa Neverwinter Nights!), aunque no fue especialmente revolucionaria, sí que tiene suficiente carisma como para recordarla con cariño.
Los tres juegos son puro dungeon crawler, es decir, coges a tu grupo de aventureros (en este caso, de hasta 6) y te dedicas a destrozar todo lo que te encuentres por delante, importando más la parte de subir de nivel y conseguir equipo nuevo que la historia, aunque no es un detalle que se deje completamente de lado. Como ya se ha dicho, se controla a un grupo de hasta 6 personajes, con dos filas para el combate (3 en cuerpo a cuerpo, 3 a distancia), a elegir entre varias clases (cuyo número va aumentando en cada entrega, aunque en todas, el bardo es uno de los personajes más poderosos, por sus canciones). El movimiento por el mapa es el típico de los juegos antiguos, es decir, en una pequeña ventana podemos ver una vista en primera persona de por donde nos vamos moviendo y que sirve para poco más que para ver si delante tienes un muro o una puerta, mientras que en otra se nos van describiendo los sucesos o lugares que visitamos. Durante el combate, la vista en primera persona es sustituida por un dibujo representando al bicho contra el que nos estemos pegando (o grupo de bichines, pero la imagen solo mostrará uno), y se nos preguntará por las acciones de cada personaje, que luego pasan a resolverse junto con las de los monstruos siguiendo un orden de iniciativa que no estoy seguro de como se calcula (hace muchiiiiiiiiiiisimo desde la ultima vez que jugué a un Bard's Tale ^^U). El principal punto flaco (aunque muchos dirán que era mejor así), es que es completamente imposible jugarlo sin un cuaderno cuadriculado en el que ir dibujando el mapa (que afortunadamente esta bastante estandarizado... una casilla, una casa), tarea que se complica bastante debido a la existencia de transportadores y spinners (cosas que no hecho de menos para nada... automapa ftw!).
La historia, aunque ya he dicho que no me parece el punto fuerte, nos sitúa en la ciudad de Skara Brae, donde un día cualquiera, la guardia de la ciudad desaparece de forma misteriosa, los monstruos aprovechan para desmadrarse y claro... toca recurrir a los borrachines de la taberna para que salven el día. En las 3 partes, empezaremos en una taberna en la que reclutaremos a nuestro grupo de aguerridos aventureros, o podremos importarlos de algún Wizardy, Ultima o de entregas anteriores de la serie (lo que en su día, era toda una revolución). El primer juego se desarrolla únicamente en la ciudad, y las mazmorras que contiene (porque qué mejor lugar para poner una mazmorra que en una casa aleatoria de la ciudad...). El segundo, The Bard's Tale II: The Destiny Knight(1986), contiene 6 ciudades y la zona al aire libre entre ellas. En el, un famosos mago, tras oír de nuestras aventuras en Skara Brae, nos avisa de que un grupo de mercenarios al servicio de un archimago ha robado la varita de la luz, un objeto que ha mantenido la paz durante 700 años en el reino, y nos impone la tarea de recuperarla (es asombrosa la cantidad de objetos de estos que circulan por los universos... y aún así se siguen matando a puñados). En la tercera entrega, The Bard's Tale III: Thief of Fate (1988), el Dios maligno que guiaba los pasos del malvado de la primera parte busca venganza y destruye Skara Brae, siendo nuestro cometido el de atravesar diferentes dimensiones paralelas en busca de objetos mágicos que nos permitan derrotarle. El juego contiene 84 mazmorras... pero tranquilos, que esta vez hay automapa :D (de hecho, es el primer juego RPG en incluirlo). Lo mejor de la saga en mi opinión, son los puzles que avanzan la historia en las tres entregas, que van más allá de los simplones y habituales poner un objeto en un altar o apretar el botón secreto, siendo principalmente puzles de los propias mazmorras (como oscuridades mágicas impenetrables y los mencionados spinners y transportadores), o, mis preferidos, adivinanzas que nos plantean unas bocas que encontramos por el juego, y en las que tenemos que teclear la respuesta (a diferencia de tener que elegirla de un menú, que creo que le quita la gracia a este tipo de puzzles).
Finalmente, InXile Entertainment sacó The Bard's Tale en 2004, un juego más consolero que RPG (estilo de aporrear botones) y en teoría sin ninguna relación con la saga anterior... y digo en teoría, porque el fundador de InXile, Brian Fargo, fue fundador de Interplay en 1984 y desarrollador en el juego original. Interplay posee los derechos de la saga, y aunque la nueva versión al principio se vendió como una nueva entrega, finalmente no se llegó a un acuerdo, y los nombres de los personajes, lugares y objetos tuvieron que ser cambiados (aunque está claro, que Interplay no tiene derechos sobre el nombre del juego :p).
PS: Las imágenes corresponden a diferentes versiones del primer juego (Amiga, Commodore 64 y Nes, respectivamente). Como se puede comprobar en la imagen, la de Nes es bastante posterior y ya incluía automapa (bieeeeen!!)
The Bard's Tale(1985)
Como ávido lector de la sección de Maníacos del Calabozo de la Micromanía (Segunda edición, por supuesto, la tercera apesta muchísimo, pero siempre tendré un huequecito en mi corazón para mi revista de videojuegos de tamaño periódico), era habitual encontrarse muchas preguntas sobre esta saga. Compuesta de 3 partes y un set de construcción de aventuras (y este funcionaba bien, ¡chúpate esa Neverwinter Nights!), aunque no fue especialmente revolucionaria, sí que tiene suficiente carisma como para recordarla con cariño.
Los tres juegos son puro dungeon crawler, es decir, coges a tu grupo de aventureros (en este caso, de hasta 6) y te dedicas a destrozar todo lo que te encuentres por delante, importando más la parte de subir de nivel y conseguir equipo nuevo que la historia, aunque no es un detalle que se deje completamente de lado. Como ya se ha dicho, se controla a un grupo de hasta 6 personajes, con dos filas para el combate (3 en cuerpo a cuerpo, 3 a distancia), a elegir entre varias clases (cuyo número va aumentando en cada entrega, aunque en todas, el bardo es uno de los personajes más poderosos, por sus canciones). El movimiento por el mapa es el típico de los juegos antiguos, es decir, en una pequeña ventana podemos ver una vista en primera persona de por donde nos vamos moviendo y que sirve para poco más que para ver si delante tienes un muro o una puerta, mientras que en otra se nos van describiendo los sucesos o lugares que visitamos. Durante el combate, la vista en primera persona es sustituida por un dibujo representando al bicho contra el que nos estemos pegando (o grupo de bichines, pero la imagen solo mostrará uno), y se nos preguntará por las acciones de cada personaje, que luego pasan a resolverse junto con las de los monstruos siguiendo un orden de iniciativa que no estoy seguro de como se calcula (hace muchiiiiiiiiiiisimo desde la ultima vez que jugué a un Bard's Tale ^^U). El principal punto flaco (aunque muchos dirán que era mejor así), es que es completamente imposible jugarlo sin un cuaderno cuadriculado en el que ir dibujando el mapa (que afortunadamente esta bastante estandarizado... una casilla, una casa), tarea que se complica bastante debido a la existencia de transportadores y spinners (cosas que no hecho de menos para nada... automapa ftw!).
La historia, aunque ya he dicho que no me parece el punto fuerte, nos sitúa en la ciudad de Skara Brae, donde un día cualquiera, la guardia de la ciudad desaparece de forma misteriosa, los monstruos aprovechan para desmadrarse y claro... toca recurrir a los borrachines de la taberna para que salven el día. En las 3 partes, empezaremos en una taberna en la que reclutaremos a nuestro grupo de aguerridos aventureros, o podremos importarlos de algún Wizardy, Ultima o de entregas anteriores de la serie (lo que en su día, era toda una revolución). El primer juego se desarrolla únicamente en la ciudad, y las mazmorras que contiene (porque qué mejor lugar para poner una mazmorra que en una casa aleatoria de la ciudad...). El segundo, The Bard's Tale II: The Destiny Knight(1986), contiene 6 ciudades y la zona al aire libre entre ellas. En el, un famosos mago, tras oír de nuestras aventuras en Skara Brae, nos avisa de que un grupo de mercenarios al servicio de un archimago ha robado la varita de la luz, un objeto que ha mantenido la paz durante 700 años en el reino, y nos impone la tarea de recuperarla (es asombrosa la cantidad de objetos de estos que circulan por los universos... y aún así se siguen matando a puñados). En la tercera entrega, The Bard's Tale III: Thief of Fate (1988), el Dios maligno que guiaba los pasos del malvado de la primera parte busca venganza y destruye Skara Brae, siendo nuestro cometido el de atravesar diferentes dimensiones paralelas en busca de objetos mágicos que nos permitan derrotarle. El juego contiene 84 mazmorras... pero tranquilos, que esta vez hay automapa :D (de hecho, es el primer juego RPG en incluirlo). Lo mejor de la saga en mi opinión, son los puzles que avanzan la historia en las tres entregas, que van más allá de los simplones y habituales poner un objeto en un altar o apretar el botón secreto, siendo principalmente puzles de los propias mazmorras (como oscuridades mágicas impenetrables y los mencionados spinners y transportadores), o, mis preferidos, adivinanzas que nos plantean unas bocas que encontramos por el juego, y en las que tenemos que teclear la respuesta (a diferencia de tener que elegirla de un menú, que creo que le quita la gracia a este tipo de puzzles).
Finalmente, InXile Entertainment sacó The Bard's Tale en 2004, un juego más consolero que RPG (estilo de aporrear botones) y en teoría sin ninguna relación con la saga anterior... y digo en teoría, porque el fundador de InXile, Brian Fargo, fue fundador de Interplay en 1984 y desarrollador en el juego original. Interplay posee los derechos de la saga, y aunque la nueva versión al principio se vendió como una nueva entrega, finalmente no se llegó a un acuerdo, y los nombres de los personajes, lugares y objetos tuvieron que ser cambiados (aunque está claro, que Interplay no tiene derechos sobre el nombre del juego :p).
PS: Las imágenes corresponden a diferentes versiones del primer juego (Amiga, Commodore 64 y Nes, respectivamente). Como se puede comprobar en la imagen, la de Nes es bastante posterior y ya incluía automapa (bieeeeen!!)
4 cucamonas:
Había oído alguna cosa de esta saga pero nunca llegué a jugarlos :(
Qué bonitos eran los tiempos de la transmisión por disquetes de los juegos...
Pues a mi me encantaba un juego de mi Amstrad que era de un vikingo que llegaba a una costa tormentosa y nórdica y perdía un remo y se peleaba con tiburones (¿¿¿???) que se lo acababan comiendo. Nunca pasé de esa pantalla, pero me parecía muy emocionante porque me asustaba un poco. No sé cómo se llamaba.
Y otro de cinta de cassette que tenía mi primo que era de una momia o algo así. Jo... me chiflaba ese juego.
Me sorprende mucho que hables del Bard's Tale. Cuando leo que alguien va a hablar sobre juegos de rol antiguos (antiguos antiguos, no final fantasys) siempre pienso que me van a salir con el sempiterno Eye of the Beholder. Si es rarito quizá hable del Ultima o del Wizardry, pero no del Bard's Tale.
Siempre he pensado que era un juego muy poco popular aquí en España (a los americanos les encanta).
Sobre lo de tener que dibujarte tú el mapa, me parece que es uno de los grandes encantos de este tipo de juegos. Parecerá una tontería, pero hacía que te involucraras mucho más con el jueguico de marras.
De hecho, están hoy en día los maravillosos Etrian Odyssey para DS (¿entrada sobre ellos, Deimar?), cuya gran baza es que puedes dibujarte el mapa en la pantalla de abajo de la consola.
Demasiado antiguo para mí... pero creo recordar haber visto este juego en algun momento en el CROM. En el ordenador antiguo que tenia la foto de tur y tallos en paños menores... xD
Me gusta haber revivido estos temas en el blog, se parende bastante :D
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