El pasado 20 de Mayo se lanzó en Europa un nuevo servicio para los usuarios de Wii: WiiWare. Que no es más que una sección nueva en el Canal Tienda en la que se ofrece, previo pago, la descarga de varios juegos originales (a diferencia de la consola virtual, que se basa en grandes éxitos de consolas pasadas) creados específicamente para esta plataforma y con el control de la Wii en mente. Una vez descargados, estos juegos quedan guardados en la memoria interna de la consola y son accesibles en forma de canales.
La ventaja de este sistema es que gracias a él se pueden poner a la venta juegos que de otra manera sería imposible. Una empresa pequeña puede tener muy buenas ideas y llevarlas a cabo pero no ser capaz de acarrear con la inversión que implica poner un juego en las estanterías de las tiendas. Por no hablar de que ciertos juegos pueden ser obras maestras pero no ser lo suficientemente largos o "consistentes" para justificar pagar por ellos lo que cuesta un juego completo, entre 30 y 60 euros.
Pues bien, decidido a probar este nuevo sistema, convertí 10 euricos de mi dinero de verdad en dinero de Nintendo y adquirí el juego que a priori parecía más interesante de entre los disponibles: LostWinds.
¡Y menuda obra maestra! Desde la misma pantalla de inicio ya te das cuenta de que este juego es algo fuera de lo común. Un niño aparece tumbado en una arboleda, rodeado de cerezos en flor. Al mover el mando de Wii, una suave brisa recorre la zona por la que pasamos el cursor, moviendo la hierba y agitando las ramas de los árboles.
Un preciosismo gráfico increíble, en forma de dibujo animado coloreado en suaves tonos pastel, y una música tranquila y relajante, de ritmos orientales, invitan a adentrarse en el mágico mundo de Mistralis, en el que el joven Toku, ayudado por la espíritu del viento Enril deberá enfrentarse al terrible Balasar, un espíritu malvado que ha escapado de su prisión y amenaza con destruirlo todo a su paso.
Pero si la belleza del juego llama la atención, es su sistema de control lo que lo aparta por completo de los demás. Será a Toku y a Enril a quienes manejaremos. Los dos al mismo tiempo.
El pobre Toku es pequeño y débil. Por no poder no puede correr ni saltar. Y, desde luego, no puede atacar a los enemigos. Sin embargo, su mayor ventaja radica en su ligereza; una ráfaga de viento de Enril puede hacerle volar, y permitirle llegar a sitios en principio inaccesibles. Además, puede hacer cosas imposibles para Enril, como espíritu del viento que es, como manipular objetos. Por tanto, el objetivo del juego hacer que trabajen hombro con hombro para poder llevar a buen puerto nuestra empresa. Toku, con el Nunchuck, Enril con el Wiimote.
Para ello nos enfrentaremos a numerosos retos de ingenio y habilidad que pondrán a prueba nuestro control de ambos. Nunca hubiera imaginado que el viento podría hacer tantas cosas. Manipular llamas para abrasar a los enemigos, levantar objetos para activar contrapesos, regar plantas para hacerlas crecer, y un largo etcétera. Y como colofón un jefe final al más puro estilo Zelda que requiere a partes iguales de pericia e imaginación.
De hecho, si recuerda este juego a algún otro, es a la saga Zelda. Aun así, es una comparación injusta, pues pocas mecánicas se repiten, y son más que nada la ambientación y la sensación de recompensa que produce avanzar en el juego las que transmiten esa sensación.
Eso sí, es un Zelda muy corto, en poco más de 3 horas lo había acabado. Pero, por lo que cuesta, es una ganga.
En resumen, una mecánica de control original, una ambientación sobresaliente y un ritmo tranquilo pero desafiante convierten a este juego en una joya. Una joya que no llegando a los 40 megas de espacio en disco deja a la altura del betún al 95% del catálogo de la Wii. Y estamos hablando de un juego que nació como una competición entre amigos. Ahí queda eso.
Si tienes una Wii y 10 euros, tienes que comprar este juego.
Y por cierto, ya se ha anunciado que las aventuras de Toku continuarán en una segunda parte en poco tiempo. Si siguen saliendo obras maestras como esta WiiWare va a convertirse en algo imprescindible.
6 cucamonas:
¡Yo tengo 10 euros! Dame una Wii, payo, y me compro el juego. Que feo es de pedir, pero peor es de robaaar...
La verdad es que tiene buena pinta. Sólo me echan para atrás dos cosas:
Descargarme 50 megas, con lo mal que le llega la wifi a mi wii puede ser un infierno (Siempre puedo llevarmela de paseo pero no es lo mismo)
En los videos el juego me parecía demasiado pausado, pero después de este comentario tengo que probarlo :)
Yo me estoy esperando a este :
http://www.revogamers.net/noticias-2340-High-Voltage-se-toma-Wii-con-humor.html
Bueno a eso y a comprarme otra tarjeta SD.
De todas maneras, probé el Lost Winds en casa de un amigo y es cierto que es toda una delicia, normal que estén ya con una segunda parte :)
Buen artículo.
También le estoy siguiendo la pista a ese juego, con un nombre como ese ("Animales de la Muerte", en español en el original) como para dejarlo pasar.
>_< Qué mono!!
Te digo lo mismo que Carlos... ja, ja, ja. Muy buen comentario. Ahora bien, tengo que admitir que si hay una consola que realmente me llame la atención es la Wii. Nintendo es una de esas empresas capaces de reinventarse y resurgir siempre mas fuerte.
Pero viviendo en Londres... tengo otras prioridades económicas :( Cuando tenga un trabajo decente... ya veremos :) y si wachinayn sigue haciendo reseñas tan buenas :P Los videojuegos son también cultura al fin y al cabo y se lo je oido decir a más de un historiador.
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