El horror bajo la máscara

miércoles, 16 de abril de 2008

Este fin de semana no he escrito ninguna entrada. No estaba en España, sino en la pérfida Albión. En Londres más concretamente. No es la primera vez que viajo a esa ciudad, pero en esta ocasión tengo algo especial que contar. El caso es que la última vez que estuve en Londres me propuse que, a partir de entonces y siempre que me fuera posible, iría a ver uno de los musicales disponibles en la ciudad cada vez que la visitara. Por tanto, y gracias a una persona muy especial, que eligió el espectáculo y me regaló entradas para verlo (y qué butacas, oiga, qué butacas, imposible sentarse en un asiento mejor) este sábado pude disfrutar de la representación de El Fantasma de la Ópera. Menuda experiencia.

El Fantasma de la Ópera.

Este musical se estrenó en el Her Majesty's Theatre de Londres el 9 de octubre de 1986, y lleva en cartel ininterrumpidamente desde entonces. Por tanto, pude contemplarlo en el teatro en el que se estrenó originalmente. Fue concebida por Andrew Lloyd Webber, conocido también por Cats o Evita y galardonado con un Oscar, un Emmy y tres Grammys.

En mi caso los papeles principales, el del Fantasma y el de Christine y el de Raoul, estaban interpretados por Ramin Karimloo, Leila Benn Haris y Alex Rathgeber respectivamente. A posteriori descubrí que había tenido mucha suerte, ya que Ramin es, según los entendidos, uno de los mejores actores que ha pasado por el papel del Fantasma, y el más joven en interpretarlo.

Las catacumbas.

La historia supongo que a grandes rasgos será conocida por todos. Un genio deforme e incomprendido que, de maneras muy cuestionables, persigue al amor de su vida, que se ve dividida entre su Ángel de la Música (el Fantasma) y el hombre al que cree amar (El vizconde Raoul). No entraré en más detalles sobre ella para no reventar nada al que aún no la conozca. Sólo me detendré en un detalle que me ha gustado mucho, y es la tremenda sátira que hace de la Ópera, un tipo de espectáculo que a mí, personalmente, ni me gusta ni entiendo, por lo que la crítica que hicieron en la obra me resultó especialmente atractiva.

Raoul y Christine.

Lo primero que llama la atención del espectáculo es la impresionante puesta en escena. Está a años luz de cualquier cosa que haya podido ver en España, con momentos increíbles. Cuando, por ejemplo, el Fantasma arroja sobre el público una lámpara de araña que cae del techo del teatro de la ópera, cae de verdad una enorme lámpara sobre los asistentes, deteniéndose a muy poca distancia de sus cabezas. En otro momento, el Fantasma está espiando una conversación entre Raoul y Christine encaramado a un adorno con forma de ángel que cuelga del techo, adorno que se va desplazando por toda la sala colgando de unos hilos mientras el actor sigue cantando a pleno pulmón encima de él sin perder la concentración. Las catacumbas en las que vive el Fantasma, alucinantes, el truco del espejo, genial. ¡Qué bolas de fuego! Mejor que los efectos especiales de muchas películas.

La lámpara de araña. Enorme.

Y menuda forma de cantar, todas las voces eran magníficas, pero la de Ramin era aún más sorprendente. Potente, violenta, rasgada, imponente, y a la vez clara. El momento en el que bajan a las catacumbas él y Christine y están cantando a dúo la canción que da nombre al musical se me ponía la carne de gallina. Os pongo a continuación un vídeo de Youtube con esta misma canción. La calidad no es muy buena, pero está interpretada justamente por los actores que yo vi. Y aquí os dejo la letra, para que podáis seguirla.


La composición también preciosa, con piezas que se te quedan grabadas en la cabeza sin remedio y con detalles sorprendentes, como el uso de guitarras eléctricas (me pregunto si las usaron desde la primera representación) que, lejos de quitarle fuerza a la música, le añaden aún más dramatismo y profundidad.

En resumen, una experiencia inolvidable, y más aún estando en buena compañía. No soy para nada un entendido en estos espectáculos o siquiera en música, pero quedé conmovido e impresionado por esta obra.

El Fantasma en el baile de disfraces.

8 cucamonas:

Julián dijo...

Yo disfruté de esta obra en Broadway cuando estuve en New York, también en unos buenísimos sitios. Y me encantó, es hasta ahora, el mejor musical que he visto, simplemente por la puesta en escena, cada cinco minutos cambian de escenario, los efectos especiales, las voces, una pasada, recomiendo a todo el mundo que si puede verla que la vea, merece mucho la pena.

El tema principal es una pasada.

Nisa Arce dijo...

Qué suerte. Yo en las dos veces en que he estado en Londres no he ido a un musical, sniff. Me he tenido que conformar con ver los carteles publicitarios en el "tube". A ver si para la próxima puedo, a ser posible junto a Lezard ^^

Carlos dijo...

Parece que esto va de dar envidia al personal, ¿no? xD Bueno, pues yo voy a Londres en breve. ¿Algún consejo musical? Estoy dudando entre Avenue Q, el Fantasma de la Ópera y Los Miserables.

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

Yo he visto Avenue Q y, por supuesto, El Fantasma de la Ópera. Sin poder opinar sobre Los Miserables te recomiendo entre las dos que he visto El Fantasma de la Ópera de calle.

Avenue Q es un musical divertidísimo y con un ritmo brutal (además de muy muy friki). Me lo pasé genial viéndolo. Sin embargo, no puede compararse con la experiencia que es ver El Fantasma de la Ópera.

No es que sea mejor o peor, es que está a otro nivel por completo. Es como comparar un entretenimiento (eso sí, de muy alta calidad) con una obra de arte.

Krysia dijo...

Para mi gusto es imposible comparar los tres musicales. Les Miserables... si has leído el libro y, como yo, escuchado las canciones, verlo en directo es una pasada. A mí la historia y la música me gustan más que las de El Fantasma, pero es cuestión de gustos.

El Fantasma es, como bien se ha dicho, espectacular. La puesta en escena es brutal, y en eso es mejor que Les Mis (aunque en Les Mis hay varios momentos, como el ataque a las Barricadas que te quitan el aliento). Eso sí, es más "movidito" El Fantasma (con toques de guitarra eléctrica en algunos momentos).

Y Avenue Q... pues como dice Wachi, muy friki, divertidísimo, te mueres de risa, pero... no es lo mismo.

Recomiendo bajarse las canciones y elegir entonces, pero es sólo mi opinión...

Anónimo dijo...

Sin animo de comparar. Sólo es una sugerencia:
http://www.youtube.com/watch?v=GfJxCYTKOi8&feature=related

María dijo...

Estupenda la descripcion, como siempre.

...I am the mask you were, it's me they hear...

Vale que yo fui sabiendome las letras de memoria, no podia irme de Inglaterra sin ir a verlo. Pero me impresiono incluso mas de lo que esperaba, sabia que la musica me gustaba, pero como tu dices la puesta en escena es magica.

La bajada a los infiernos (digo, catacumbas) se me ha quedado grabada para siempre.

(Y eso que mis entradas no podian ser peores, estaba arriba arriba pegada a la barandilla con la sensacion de q me iba a comer la lampara!! Pero bueno, es lo que da el ser Erasmus).

Gracias por recordarmelo :-).

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

esquiloctero: ¿Eso es por mi crítica a las óperas? :P La verdad es que tiene buena pinta, aunque ya me he quedado sin ver Sweeny Todd (habrá que, ejem, verla por otros medios). Y eso que la estética me tira para atrás.

maria: Es que la bajada a las catacumbas con ese efecto de distancia y esa música... Uff. De hecho, estos últimos días sigo volviendo a abrir esta entrada sólo para escuchar el video de Youtube y recordar ese momento.

Me alegro de que te haya gustado. :)