Némesis: Compañera oscura del sol, diosa de la venganza

martes, 18 de marzo de 2008

Como parece que las entradas de historia han funcionado bastante bien, hoy probaremos con algo ligeramente distinto: una entrada sobre la historia de un cuerpo celeste. Espero que no resulte demasiado larga o aburrida. Allá vamos.

Hace 65 millones de años la mayor parte de la vida sobre la Tierra, incluyendo los dinosaurios, se extinguió súbitamente. Hoy en día sabemos que fue probablemente a causa de un meteorito o un cometa que impactó sobre el planeta, propiciando su fin.

Sin embargo, los dinosaurios no fueron los únicos en correr este funesto destino. 26 millones de años antes de ésa, otra extinción masiva de similares características tuvo lugar. Y lo mismo 26 millones de años después. En el año 1984 los paleontólogos David Raup y Jack Sepkoski analizaron esta curiosa coincidencia y llegaron a la conclusión, a través de estudios temporales en un periodo de tiempo de 250 millones de años, que se habían producido al menos 12 extinciones masivas, espaciadas aproximadamente unos 26 millones de años entre sí. Además, al menos dos de estas extinciones (la del Cretácico-Terciario que acabó con los dinosaurios y la del Eoceno) fueron causadas por impactos de meteoritos. No podía ser casualidad. Algo provocaba extinciones masivas cada 26 millones de años, y muy probablemente se encontraba fuera de la Tierra.

Impacto.


Los resultados de este estudio motivaron a otros científicos, en este caso astrónomos, a buscar una explicación. Dos equipos llegaron de forma independiente a la misma hipótesis.

El Sol no era una estrella solitaria. Dichos astrónomos postulaban que el sistema solar era en realidad un sistema binario (los sistemas de una sola estrella son en realidad minoría), y que la compañera del Sol, una estrella de muy baja luminosidad, probablemente una enana roja o una enana marrón, orbitaría de forma fuertemente elíptica. Esta órbita la llevaría a afectar con su campo gravitatorio a una zona del sistema solar denominada Nube de Oort cada 26 millones de años.

A esta misteriosa estrella se la denominó Némesis, la diosa griega de la justicia y la venganza, que castiga a aquellos a los que la fortuna sonríe en exceso. Por tanto, a esta hipótesis se la conoce como Hipótesis Némesis.

Periodicidad de las extinciones.

La Nube de Oort es la parte más lejana del sistema solar, encontrándose su borde interior a más de 1000 veces la distancia que separa al Sol de Plutón. Es decir, a casi un año luz de distancia. Se postula que es aquí donde se forman los cometas, algunos de los cuales abandonan esta zona para orbitar en las más interiores del sistema solar. Némesis, con su enorme masa, alteraría la órbita de los cometas que allí se encuentran, lanzando una gran cantidad de ellos al sistema solar interno. Al final, uno o varios de estos cometas o de sus fragmentos acabaría impactando en la Tierra, causando las extinciones masivas.

Formación de bordes abruptos en un sistema solar.

Pero, ¿qué sabemos de esta supuesta estrella? Si está tan cerca de nosotros, ¿por qué no la hemos encontrado aún? Lo cierto es que si se trata de una enana roja, podríamos tenerla delante y no habernos dado cuenta de su auténtica identidad. Se encuentran catalogadas más de 3000 enanas rojas, pero aún no se ha estudiado a qué distancia se encuentran de nosotros la mayoría de ellas.

Sin embargo, los proyectos Pan-STARRS y LSST de exploración completa del firmamento que comenzarán en breve deberían solucionar este problema. Si aún así no se encontrara a Némesis, aún cabría la posibilidad de que fuera una enana marrón, de luminosidad aún más débil. Si así fuera posiblemente la misión WISE (propuesta para Junio del 2009) sería capaz de detectarla. Aún así, podría escapar a su escrutinio y, en el caso de que se tratara de un pequeño agujero negro, jamás podríamos confirmar su existencia, no escapando nunca del reino de la hipótesis. Por otra parte, la peculiar órbita del recientemente descubierto Sedna (objeto trasneptuniano) o la formación de sistemas solares con bordes abruptos reavivan la posibilidad de la existencia de Némesis.

En cualquier caso, si Némesis existe, ahora mismo se encontrará a aproximadamente 1 o 1.5 años luz de la tierra. Así que podemos dormir tranquilos, faltan como mínimo otros 10 millones de años para que notemos sus efectos.

P.D.: Correcciones realizadas cortesía de Samuel.

8 cucamonas:

Sir Lamorak de Gales dijo...

Este tipo de entradas de astrofísica friki son muy entretenidas :)

Lo que ocurre es que a 10 millones de años vista "largo me lo fiais"... como mola lanzar hipótesis a largo plazo, ja ja ja, supongo que lo que pueda ocurrir para entonces no va a afectar inmediatamente a Wall Street.

Lo bueno de algunas ramas de las ciencias es eso que te pueden ayudar a comprender mejor cosas que te afectaran en tu vida realmente poco, pero que te distraeran realmente mucho, ja ja ja

Carlos dijo...

Muy interesante. Yo lo de los mini-agujeros negros ya lo había oído por ahí, pero no lo de la posible enana roja o marrón. Toda la vida dicéndonos que el sistema solar tenía una estrella y ahora va a ser mentira.

Una pregunta, si resulta que puede haber tanta materia tan cerca que resulta indetectable, ¿no sería una solución más sencilla a toda la materia que "falta" en el universo que la explicación de la materia oscura?

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

Bueno, también nos decían que el sistema solar tenía 9 planetas, ¿no? :P

Sobre lo que dices de la materia tan cercana sin detectar, en el caso de que sea una enana roja, la hemos detectado, pero calcular a qué distancia está requiere un proceso complicado llamado parallax para ello, y no se ha hecho sobre la mayoría de estrellas del firmamento. Una enana roja cualquier podría estar a 2 años luz o a 200.

Y el problema de la "materia que falta" es que lo que vemos es sólo el 4% de la densidad de energía total del universo, así que muchos agujeros negros tendría que haber por ahí. Se postula que el 22% es materia oscura y el 74% una cosa aún más rara energía oscura.

Y por cierto, la astronomía es bastante más útil para la vida diaria de lo que parece. A ver si se dan cuenta algunos gobiernos y empiezan a financiar más misiones, a ser posible tripuladas. :)

Carlos dijo...

Bueno, la inclusión de Plutón como planeta siempre fue bastante polémica. Muchos siempre han sostenido que en ningún caso se le podía considerar como tal. En cambio, hasta ahora no había oído que el Sol podía formar parte de un sistema doble.

Bea dijo...

26 millones de años y pum, otros 26 y pum y así... Sí hace 65 que fue el último, ¿no se le ha olvidado a la enana esa de pasarse por aquí?

Vamos, que a mi no me salen las cuentas...

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

¿Quién ha dicho que la última extinción masiva haya sido la de los dinosaurios hace 65 millones de años?

Ha habido otras dos después. Mira la gráfica.

María dijo...

Me ha encantado :-).

Habia oido hablar de Nemesis como teoría, pero nunca habia visto un artículo sobre ella. Investigaré en tus links, gracias!

;-). Lo único que añadiría, es que las enanas, los planetas, el polvo interestelar... vamos, todo lo no-luminoso del universo pero hecho de materia "normal" (bariónica) esta contado en ese 4% del que hablas.
La materia oscura se divide en bariónica y no bariónica. Creo que la materia luminosa, las estrellas que vemos, son solo en torno al 0.4% de la densidad del universo. Los agujeros negros y demás no valen como explicación para ese otro 96%, tiene que ser algo más... que acabaremos encontrando ;-).

Besos!!! Y sigue colgando posts como este!!!

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

Maria, gracias por el comentario. :)